Se llama Ismael Martín , nació en Zúrich (Suiza), se crió en Salamanca y se ha hecho matador de toros en Burgos en una tarde como la que sueñan todos los que quieren ser toreros. Una corrida a modo, ni muy seria ni muy chica, terciada, hasta aparente por delante, y con nobleza infinita. Un regalo. Así fue el primero de Bañuelos , el ganadero de la tierra, el criador de los toros del frío, que en esta primera de la feria de San Pedro resultaron, en su mayoría, templados, muy templados. El joven Martin lo dio todo, no quiso