El reciente concierto de Pink en el Tottenham Hotspur Stadium de Londres, parte de su ‘Summer Carnival World Tour’, ha desatado una gran controversia. Lo que debería haber sido una noche inolvidable para Jesse, un niño de siete años con síndrome de Down , y su madre Vanessa Vasey, terminó en un incidente que ha generado indignación entre los asistentes y en las redes sociales. Vanessa Vasey, de 48 años, relató al Daily Mail que había reservado las entradas en noviembre, pagando 630 libras por boletos de hospitalidad, con la esperanza de que eso les permitiera disfrutar de una experiencia especial. Sin embargo, la noche tomó un giro inesperado cuando Jesse, debido a sus trastornos sensoriales, no pudo permanecer en su asiento. Mientras el niño bailaba, varios guardias de seguridad se acercaron a ellos para pedirles que se sentaran, ignorando las explicaciones de Vanessa sobre la condición de su hijo. «Jesse y yo amamos a Pink. Reservé los boletos en noviembre y me aseguré de pagar £630 por boletos de hospitalidad, ya que eso nos dio acceso al salón y conocía a Jesse», comentó Vanessa. Lo que parecía ser un momento memorable para Jesse y su mamá terminó en una pesadilla. La situación se agravó cuando llegaron más guardias y decidieron escoltarlos fuera del recinto. Vanessa explicó que normalmente habría traído un carrito especial para su hijo, pero no lo hizo porque el boleto indicaba que no había espacio para guardarlo. «Nos levantamos junto a nuestros asientos y Jesse estaba bailando. No estábamos causando ningún problema: Jesse mide 91 cm de altura y estaba entreteniendo a todos. Luego aparecieron seis guardias de seguridad diciéndonos que teníamos que mudarnos. Cuando les expliqué las discapacidades de Jesse, dijeron que no podían hacer nada: o nos sentábamos en los asientos o nos íbamos». Vanessa asegura que fue una experiencia horrible y que nunca fueron empáticos con la situación del pequeño, que no causó ningún problema en ningún momento. «Fue absolutamente horrible. Argumenté nuestro caso y lo único que nos ofrecieron fue sentarnos en la sala sensorial insonorizada donde Jesse no habría escuchado nada del acto y, en cambio, lo vería en una pantalla. Me enojé bastante con ellos y estaba furiosa porque queríamos ver a Pink. Jesse estaba molesto. Nos sentimos intimidados y cuando decidimos ir [a la sala], había 10 de ellos a nuestro alrededor, incluidos guardias de seguridad, personas trajeadas y otros empleados, y literalmente nos escoltaron fuera del edificio como criminales». El portavoz del Tottenham Hotspur Stadium respondió a la controversia afirmando: «Somos conscientes de la queja publicada en Facebook, no ha sido recibida directamente. Como un lugar que se enorgullece de proporcionar instalaciones totalmente inclusivas para todos, lamentamos profundamente que Jesse no haya tenido una experiencia positiva en el concierto del sábado por la noche». También mencionaron que se ofrecieron opciones de ayuda que fueron declinadas y que se comunicarán directamente con Vanessa. Este incidente ha dejado una marca amarga en lo que debería haber sido una noche especial para Jesse y su madre. Vanessa recalcó: «Lo único que Jesse recordará ahora es verme llorar, estar molesta y el trato intimidante y poco amable que recibimos. Creo que Pink estaría disgustada si supiera lo que pasó». La situación ha generado una discusión sobre la necesidad de una mayor comprensión y apoyo para las personas con discapacidades en eventos públicos.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-06-21 11:59:29
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Polémica por expulsión de niño con Síndrome de Down durante concierto de Pink
