Sí a mayor defensa

Como soy pacifista, me preparo para la guerra. Parafraseando a la ya mítica frase latina. Llama poderosamente la atención como el ala extrema de la izquierda política de nuestra sociedad se resiste a apoyar nuevos y mayores fondos económicos para el ministerio de Defensa. No muestra la misma firmeza cuando se trata de ayudar, por ejemplo, al pueblo palestino o a las mismas fuerzas rebeldes cristianas en Líbano o Siria, que pocos, pero las hay. Quizás creamos que las grandes cuestiones de la moderna geopolítica nos pillan muy lejos. Nada de eso. En un mundo globalizado, cobra singular importancia todo cuanto se refiere al destino de los pueblos que habitamos esta aldea global como decía McLuham. El hombre que se aloja temporalmente en el despacho más poderoso del mundo ha roto, primero con sus afirmaciones y luego con sus acciones, el orden mundial establecido tras la caída del muro de Berlín. Estados Unidos va por libre, nos ha soltado la mano frente a Rusia y China. Europa se encuentra en la encrucijada de apostar por reforzar su unión, que ha sido ante todo económica, o retroceder a los ultranacionalismos que ya nos costaron dos guerras mundiales. Ya está bien de matarnos entre nosotros, ¿no creen? Los países europeos ya vivieron un intento de Constitución común fallido, quizás el aplicar un modelo de superestructura en materia de Defensa y de Relaciones Exteriores sea esta vez más que nunca necesario. Pero ahí topamos con los movimientos ultranacionalistas y las hordas neocomunistas. Extremos ambos que electoralmente están inclinando balanzas en gobiernos de distinto nivel. En todo caso resulta contradictorio mostrarse a favor de una Internacional de los Pueblos y negarse a la mayor conexión en Europa, resulta infantil el discurso del miedo a las armas y al Ejército cuando la historia y la economía demuestran una y mil veces que detrás de grandes países siempre ha existido y existirá una potencia militar que los protege frente a los múltiples peligros que lo amenazan. A lo mejor es que Ione Olarra, Pablo Casado y compañía nos desean a merced de Trump, Putin y los compatriotras de Mao. En Castilla y León convivimos con cuarteles y militares desde tiempos pretéritos y éstos siempre han sido motivo de sana convivencia y fraternidad.



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Author : (abc)

Publish date : 2025-04-24 06:33:00

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