Los API somos (más que nunca) parte de la solución

En un contexto donde el acceso a la vivienda en España se ha convertido en uno de los mayores desafíos sociales y económicos, el papel del agente inmobiliario profesional es más determinante que nunca. No hablamos solo de facilitar la compraventa de inmuebles, sino de aportar certidumbre en un mercado marcado por la escasez de oferta y una normativa que desincentiva la inversión. En este escenario, la experiencia y el asesoramiento de un buen profesional no es solamente un valor añadido, sino la diferencia entre tomar una decisión acertada o enfrentarse a problemas que pueden comprometer la inversión de toda una vida. En un sector donde la digitalización y las nuevas plataformas han multiplicado el acceso a la información, paradójicamente, nunca había sido tan difícil distinguir entre datos fiables y el ‘ruido’ de mercado. Ahí es donde el asesoramiento experto marca la diferencia. No se trata solo de encontrar una vivienda, sino de entender el momento adecuado para comprar o vender, acompañar en el proceso, interpretar tendencias y gestionar los cambios normativos que pueden impactar directamente en las condiciones hipotecarias o en la rentabilidad de una inversión. Por este motivo, desde el colectivo de agentes inmobiliarios nos hemos centrado durante estos últimos años en mejorar el posicionamiento de la figura de los agentes inmobiliarios frente a las instituciones y la sociedad en general. Una suma de recursos y esfuerzos que se ha llevado a cabo dentro de un contexto económico e inmobiliario de crecimiento pero de intervenciones políticas desacertadas y sesgadas ideológicamente. Al mismo tiempo, los representantes del colectivo profesional también hemos puesto el foco en mejorar nuestra cartera de servicios y la formación a los colegiados y asociados, así como un trabajo permanente para fomentar la creación de ideas y alianzas estratégicas a medio y largo plazo. Si bien estamos en un periodo alcista y de generación de negocio, las circunstancias económicas y las tendencias de mercado hacen que esperemos años complicados para todos aquellos negocios pequeños, con poca capacidad de agilidad y con modelos de negocios demasiado estrechos y poco renovados. No se trata sólo de invertir en la marca de la empresa o del profesional inmobiliario, pues eso ya lo hacen muchísimos agentes y ha dejado de ser un rasgo diferencial, se trata de repensar el modelo de negocio de nuestras empresas y empezar a explorar vías de crecimiento, tanto ampliando líneas de negocio como llegando a acuerdos entre diferentes agencias para tomar más volumen. Y es que el inmobiliario es una tipología de negocio acostumbrada a actuar con una perspectiva local, pero en el entorno actual tenemos que empezar a combinar esto con pensar de manera global. Para lograr este objetivo, los profesionales de la industria necesitamos un acompañamiento institucional profesional, liderado por personas con experiencia empresarial que sepan dirigir el destino de sus profesionales colegiados o asociados ante los retos del sector. Un apoyo institucional que sea capaz de ofrecer servicios de apoyo y metodologías de trabajo a largo plazo que vayan más allá de la relación puntual con nuestros clientes y posicionen nuestro negocio en un nivel más elevado. El agente inmobiliario ya sabe cómo vender, lo que necesita es poder estructurar sus negocios para sobrevivir a un futuro cada vez más incierto por los cambios tecnológicos y regulatorios constantes a los que estamos expuestos. Los agentes inmobiliarios no somos meros intermediarios, sino arquitectos de confianza en un proceso que va mucho más allá de una transacción. En un país en el que la gran mayoría de la población prefiere ser propietaria y donde el alquiler se ha encarecido de forma sostenida en los últimos años, nuestra labor es clave para generar oportunidades reales en un mercado que, sin nosotros, sería aún más inaccesible y opaco. Garantizar el acceso a la vivienda no es solo una cuestión de oferta y demanda; es también una cuestión de conocimiento, estrategia y acompañamiento profesional. Viene una época difícil para el sector por la propia evolución de la economía, con una fuerte repercusión proveniente de la geopolítica, y con unos políticos que están aplicando leyes sin ningún conocimiento del funcionamiento del mercado. Por eso necesitamos un sector inmobiliario profesional más preparado y que, a su vez, cuente con un apoyo institucional fuerte y solvente. Ahora más que nunca es fundamental que la sociedad, las administraciones públicas y el consumidor final perciban a los agentes inmobiliarios como a aliados para acceder de forma segura y transparente al mercado de la vivienda. Así como a nivel institucional y mediático hemos sabido ocupar un espacio prominente, en el ámbito social queda camino por recorrer para demostrar que nuestra profesión es fundamental dentro de la planificación económico-financiera de las familias. La realidad social está siendo muy dura para muchos colectivos que no pueden acceder a una vivienda, y aunque la responsabilidad social para dar respuesta a este problema es de la Administración, los agentes inmobiliarios debemos saber levantar la mano para demostrar que somos, más que nunca, parte de la solución. Vicenç Hernández Reche es economista, CEO de Tecnotramit y presidente de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (ANAI)



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Author : (abc)

Publish date : 2025-03-11 15:53:00

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