Elegir las metas que tenemos en la vida es algo muy personal y subjetivo, dependiendo de factores como el país en el que se viva, la cultura, la familia o los amigos que tenemos, la personalidad de cada uno y un largo etcétera. No obstante, una de las metas más comunes para muchas personas es ser felices . Este sentimiento o estado supone también la interpretación propia de cada persona, pero resulta algo agradable y que produce bienestar en cualquier caso. Desde Naciones Unidas indican que su Asamblea General persigue el objetivo de que todas las personas sean felices, pidiendo «un enfoque más inclusivo, equitativo y equilibrado del crecimiento económico que promueva la felicidad y el bienestar de todos los pueblos». Así, el mismo organismo indica que los gobiernos y las organizaciones internacionales deben invertir en condiciones que favorezcan la felicidad mediante la defensa de los derechos humanos y la incorporación de las dimensiones de bienestar y medio ambiente en los marcos políticos, como los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Aunque cada persona tiene sus métodos y prácticas para ser feliz, la ciencia cuenta con algunas evidencias sobre determinadas acciones que pueden provocar felicidad y bienestar en nuestra mente y cuerpo . En concreto, la revista ‘Telva’ recoge un estudio de la Universidad de Harvard que llevó a cabo el profeso Arthur Brooks, experto en la ciencia de la felicidad, en el que se indica qué palabra hace que las mujeres sean más felices, aunque también se podría aplicar en hombres. La palabra en cuestión es ‘gracias’ . Este simple pero poderoso concepto consigue que las mujeres que la pronuncian y ponen en práctica con más frecuencia sean más felices que quienes no lo son, según corrobora un estudio de la Universidad de Harvard, publicado en la revista ‘JAMA Psychiatry’. Esto es debido a que ser agradecidas nos lleva a tener pensamientos y acciones que nos benefician física y psíquicamente, tales como tener un estilo de vida saludable o un propósito vital. «Estas actividades fomentan el crecimiento de los recursos psicológicos, físicos y sociales, lo que inicia una espiral positiva que conduce a una mejor salud », recoge el citado medio. Arthur Brooks, profesor de Harvard, explica que lo bueno de la gratitud es que se trata de una emoción que se puede modificar y poner en práctica cada vez con más frecuencia, modulándola, aunque inicialmente no fuésemos muy agradecidos, e indica lo siguiente: « Se ha demostrado de manera firme y consistente que el agradecimiento aumenta la felicidad de los seres humanos. Estimula la corteza prefrontal ventromedial, parte del circuito de recompensa del cerebro. La gratitud puede hacernos más resilientes y mejorar las relaciones al fortalecer los vínculos románticos, reforzar las amistades y crear vínculos familiares que perduren en tiempos de crisis. Puede mejorar muchos indicadores de salud, como la presión arterial y la dieta». Además de dar las gracias como reacción a algo positivo que alguien hace por nosotros o que nos ocurre, el experto indica que lo ideal sería también p racticar la gratitud como forma de vida , con nuestro comportamiento y sin tener un motivo específico por el que sentirnos agradecidos: «Fomenta en nosotros una actitud optimista. Las personas optimistas son más felices porque son capaces de ver todo lo bueno que la vida les trae sin centrarse demasiado en pensamientos negativos. La gratitud bloquea las emociones tóxicas y negativas », expone Brooks, según recoge la citada revista.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-12-02 07:36:00
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