Javier de las Muelas concibe el bar como un punto de encuentro. Y Pepe Ribas y Juanjo Fernández, directores respectivos de ‘Ajoblanco’ y ‘Star,’ se reencuentran en su Dry Martini para conmemorar el medio siglo de ambas publicaciones. Ribas y Fernández coinciden en que no estamos en el mejor de los mundos posibles. Sus publicaciones franquearon espacios de libertad cuando el franquismo empezó a morir con la flebitis del general en 1974. «Fuimos dos revistas que tenían que ver con las ideas, no con las ideologías. Mientras el franquismo estaba obsesionado por no perder el poder, nosotros aprovechábamos para cambiar la sociedad», explica Ribas, convencido de que la apuesta por la revolución sexual, las comunas, el antimilitarismo y el ecologismo no cayó en saco roto, aunque la domesticación de esas corrientes libertarias por los partidos políticos (léase marxistas y nacionalistas) lo fastidiara todo. Y en ese punto toma la palabra Juanjo Fernández al recordar que muchos de los colaboradores de ‘Star’ están muertos. «Aquello estuvo bien mientras duró… Al cabo de cincuenta años gran parte de lo que pensábamos que iba a suceder no ha sucedido. Estábamos completamente equivocados, el mundo está mucho peor. Hay más imbéciles e idiotas que entonces: más del cincuenta por ciento de la población es idiota y muchos gobiernan… como Boris Johnson». ‘Ajoblanco’ conoció dos épocas. En la primera, de 1974 a 1980, publicó cincuenta y cinco números y veinte extras de literatura, viajes, ecología, naturismo, sexualidad, drogas, teatro, comics, antipsiquiatría, alimentación, magia y astrología. En la segunda época, de 1987 a 2000, más abierta a las culturas de los cinco continentes y con fuerte conexión latinoamericana, lanzó ciento veinticinco números y diez especiales. Tras un periodo de hibernación, la cabecera contracultural retornó en su treinta aniversario de 2004 con un facsímil de los seis primeros números. De 2016 a 2018, con el lema de «revolvemos», ‘Ajoblanco’ publicó dos números y creó un espacio de debate y exposiciones en el barrio de Gracia. ‘Ajoblanco ‘y ‘Star’ contaron con una nómina de hasta seis mil colaboradores: Quim Monzó, Ray Loriga, Rafael Argullol, Rosa Montero, Toni Puig, Karmele Marchante, Lluís Llach, Enrique Vila-Matas, Anna Duran, Aurora Segura, América Sánchez, Gallardo, Nazario, Alaska, Ocaña, Ouka Leele, José Luis L. Aranguren, José Luis Sampedro, Rosa Regàs, Pedro Almodóvar, Eugenio Trias, Juan Bufill, Ignacio Julià, Manel Valls, Javier Marías, Ramón de España, Jaime Bofill, Sonsoles Llorens, Ana Macaya, Javier Mariscal, Llàtzer Moix, José M. Martí o Luís Racionero, entre otros. El cincuentenario de ‘Ajoblanco’ y ‘Star’ culminará el 22 de octubre con una pequeña exposición y una fiesta en la Sala Apolo que contará con las actuaciones del cantautor Raúl Rodríguez y el grupo Ruinosa y las Strippers de Rahola. ‘Ajoblanco’ sigue aquí: «Sin las traiciones, las envidias y el sectarismo que han convertido Barcelona en una peonza», proclama Ribas. Fernández no es tan optimista: considera que la juventud está en otra onda y en otras músicas que a él no le gustan nada. «¡Hay de todo!» se escucha entre las mesas. «Mejor estar aquí que jugando a la petanca o mirando las obras en la calle», tercia Jordi Esteva, otra de las almas de Ajoblanco. El Dry Martini, redacción contracultural.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-10-01 18:09:38
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