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Parece mentira que el primer libro que leí de novela policiaca me haya llevado a amar este género literario por encima de cualquier otro y no recuerde el título. En cualquier caso, sí recuerdo las ganas de ir a la librería en busca de algún otro que me mantuviera por horas con la mirada fija en sus páginas, totalmente atrapada por la intriga. Con el paso de los años, al llegar a las estanterías de novela negra he ido quitando la vista de algunos autores de los que ya había leído todos sus libros. Joel Dicker, Javier Castillo, Carme Chaparro o Carmen Mola son algunos de ellos, pero estoy a medio camino de terminar con las publicaciones de Agatha Christie, Stephen King o Mikel Santiago, reconocidos escritores en este género. Que me guste tanto este tipo de lecturas me ha llevado a preguntarme qué ocurre en mi mente para que la novela romántica o fantástica no me genere guste a ese nivel, y al no encontrar respuesta he optado por hablar con un psicólogo que pueda darme un perfil unificado de todos aquellos que, como yo, amamos el terror. Victoria Orbe, psicóloga de El Prado Psicólogos , señala que aunque no existe un único perfil entre los lectores de novelas negras, «estos suelen tener o desarrollar ciertas características». Estas son algunas de ellas: – Son personas analíticas y observadoras. – Prestan atención al detalle y son minuciosas. – Tienen dotes deductivas y son curiosas. – Cuentan con capacidad de reflexión y sentido crítico. – Les atrae la idea de experimentar una realidad alternativa. – Sienten inclinación por las tramas, intrigas… «Quienes leen novela negra, de terror o policiaca, muestran interés por la psicología de los personajes , es decir, les interesa entender cómo funciona la mente humana, no solo la del investigador, sino también la de la víctima y el criminal», aclara la psicóloga. ¿Qué nos vicia de la novela negra ? A nivel personal puedo comentar que principalmente la trama; la forma en la que el autor desarrolla los hechos; cómo empatizamos con el protagonista -porque siempre ocurre así- y esos momentos en los que la mente empieza a tejer el desenlace, que en algunos casos se corresponde con lo que el escritor nos tiene preparados. Sin embargo, existen muchos más factores de los que no somos tan conscientes y que hacen que nos guste la novela negra. Victoria Orbe señala algunos de ellos: 1. Entrena habilidades como la atención y la memoria . «La novela negra supone una experiencia inmersiva para el lector, que no es capaz de mantenerse como un mero espectador de la historia, pues es exhortado a meterse en la trama y cavilar e indagar sobre la misma y sus personajes, para lo cual precisa seguir todas las pistas con especial atención, siendo minucioso, lo que, a su vez, ejercita la memoria del lector», dice. 2. Agudiza la intuición, el ingenio y las dotes deductivas . Nada motiva más al cerebro que un buen acertijo, una intriga y, en este sentido, las novelas policiacas están revestidas de gran sofisticación, resultando desafiantes para nuestro cerebro. Por ello, el lector tiende a desarrollar su intuición, ingenio y capacidades deductivas, escudriñando la psicología de sus personajes y las distintas pistas a fin de aventurar sospechosos y las posibles resoluciones de la trama. 3. Genera satisfacción, llegando a activar el circuito de recompensa cerebral . Durante la lectura, se ha observado que el cerebro puede liberar dopamina, serotonina e incluso endorfinas. Tal como dice la psicóloga, esto se debe no solo al placer por la propia lectura, sino también a las habilidades que pueden verse reafirmadas durante la misma a través del descubrimiento de la verdad (p. ej. inteligencia al haber anticipado la solución). 4. Permite experimentar emociones distintas, sin llegar a sentirse paralizado . Durante la trama, el lector puede sentir numerosas emociones, tanto placenteras (p. ej. hacer justicia a la víctima) como desagradables (la tensión, el miedo o el espanto). Sin embargo, estas nunca llegan a un nivel de intensidad tan alto como para molestar o paralizar emocionalmente al lector, lo que le permite experimentar dichas emociones con seguridad, de forma controlada, lo cual contribuye a aprender a gestionarlas. En definitiva, «le introduce y le permite experimentar una historia que, probablemente, no llegará a vivir», aclara Victoria Orbe. 5. Aumenta la creatividad y la imaginación . Al observar una realidad distinta a la suya, el lector cambia de ambiente y su creatividad se ve estimulada, descubriendo y aprendiendo cosas nuevas de la vida, de las personas y sobre sí mismo. 6. Potencia la empatía . Durante el desarrollo de la trama, el lector puede captar la esencia de los distintos personajes, pudiendo sentir la misma expectación que el investigador, sentirse cerca de la víctima, identificarse con otros personajes de la novela o admirar algunas de sus cualidades, o meterse en la piel del criminal o del asesino. En este sentido, la novela negra fomenta la empatía o, al menos, el intento de aproximarse a la psique de los distintos personajes: desde la víctima (al conectar con su vulnerabilidad y resiliencia ) hasta el criminal (pudiendo despertar sentimientos contradictorios al ahondar en sus motivaciones y traumas, llegando incluso a sentirse fascinado por su astucia y la complejidad de su psique). 7. Fomenta el pensamiento crítico . Al analizar las diferentes circunstancias, los indicios, las pruebas y plantearse las distintas motivaciones de los personajes y sus relaciones, el lector aprende a ver más allá de las apariencias y a ser objetivo. 8. Nos hace reflexionar sobre la vida y la psique humana . La novela policíaca aproxima al lector a realidades alejadas de su cotidianeidad, permitiendo experimentarlas con seguridad, controladamente, induciéndole a reflexionar sobre las distintas implicaciones sociales y personales implícitas en la novela. Asimismo, indica Victoria Orbe que este género profundiza en la psique humana y muestra con realismo y truculencia que, en determinadas condiciones y circunstancias, «una persona aparentemente normal puede resultar ser un criminal y viceversa». 9. Favorece la conducta prosocial y el sentido de la justicia . Este género toca los valores más profundos, proyectando el sentimiento compartido de que cualquier vida es importante (a alguien le importa que un inocente haya sido asesinado u objeto de algún criminal) y que las capacidades e integridad humanas –representadas por las autoridades o héroes de la historia– podrán conseguir atrapar al villano, que es traicionado por su forma de hacer las cosas: sus errores (p. ej., fruto de su precipitación o de la falta de control sobre todos los factores), su sentimiento de falsa impunidad o sucumbir a sus propias pulsiones. Por otra parte, en algunas ocasiones, comenta Victoria orbe que las tramas muestran que los héroes pueden caer en conductas reprochables y plantear problemas éticos al lector (p. ej. hasta qué punto el fin justifica los medios). Del mismo modo, el autor también puede plantear cómo el criminal se ha podido ver abocado (por errores o circunstancias de su vida) a realizar estas conductas. 10. Es una forma de canalizar las propias emociones . «La novela negra puede ayudar a canalizar las emociones presentes en el día a día, facilitando un momento de disfrute y desconexión en el que todas las preocupaciones cotidianas desaparecen mágicamente durante un rato», cuenta. En resumen, a los lectores de novela negra/policiaca les gusta introducirse en ambientes que pongan a prueba sus capacidades de observación y les rete a mirar los hechos objetivamente, buscar los indicios y pruebas sin dejarse llevar por las apariencias de las circunstancias o los propios personajes.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-09-30 16:42:40
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