Este mes de septiembre se ha estrenado la esperada cuarta temporada de la exitosa serie de Netflix ‘Emily en París’, una ficción con un gran número de fieles seguidores que no dudan en seguir los pasos de su protagonista y no solo en la bella capital francesa, sino también en los destinos a los que viaja. En esta última tanda de episodios, la joven, interpretada por Lilly Collins, ha hecho una escapada de esquí a una de las zonas más bellas de los Alpes franceses , Megève. Enclava en el corazón de los Alpes, en la Alta Saboya , se encuentra este resort cuna del esquí desde hace más de 100 años y un paraíso para los amantes de los deportes de invierno a la que viajó el equipo del gigante de streaming el pasado mes de marzo para rodar uno de sus episodios. Los orígenes de este mágico enclave se remontan a 1921 cuando la baronesa Noémie de Rothschild decidió instalarse en las alturas de Megève, en la finca del Mont d’Arbois , para construir una estación que permitiese a la aristocracia disfrutar de la montaña sin tener que codearse con el enemigo. Así, se creó el Palacio de las Nieves ese mismo año. En pocas décadas este destino obtuvo gran prestigio considerándose el Saint-Tropez de la nieve por su ambiente deportivo y festivo, sus lujosas direcciones y sus numerosos eventos internacionales hasta llegar a ser lo que es hoy día, un referente en Europa. Esta estación pertenece a la zona de esquí Évasion Mont Blanc que conecta los municipios de Saint-Gervais-les-Bains, Megève, Saint-Nicolas-de-Véroce, Les Contamines-Montjoie, Combloux y La Giettaz ofreciendo un total de 400 kilómetros de pistas repartidos en cuatro macizos, siete zonas de diversión, 110 remontes (incluidos 3 teleféricos, 10 góndolas, 35 telesillas y 62 remontes) y 232 pistas de esquí alpino (43 verdes, 65 azules, 90 rojas y 34 negras). Además, cuenta con una zona nórdica encaramada en las alturas de Megève y envuelta en un entorno excepcional bajo las Aiguilles Croches y la Côte 2000 , en total 45 kilómetros de senderos señalizados que discurren entre mesetas, campos inmaculados y bosques nevados y que son aptas tanto para esquiadores experimentados como para novatos. Por otro lado, hay 14 rutas señalizadas de esquí de travesía en un parque natural rico y variado con vistas 360 grados de los picos alpinos más bellos. Para los más atrevidos y amantes de la adrenalina son sus siete zonas de freestyle , entre las que se incluye snowpark, border cross y el Big Air Bag que, ubicado en el dominio esquiable de Rochebrune , es un colchón de aire gigante de 165 metros cuadrados especialmente diseñado para realizar con seguridad saltos acrobáticos. Lo mejor es que esta zona cuenta con un técnico y un monitor especializado en freestyle que está pendiente de aquellos que se suban a esta atracción. Asimismo, hay una pista de trineo de tres kilómetros y amplias zonas dedicadas al placer de deslizarse completamente seguras, señalizadas y delimitadas por redes y el Jaillet 4S Luge, que ofrece un increíble cóctel de emociones entre curvas cerradas y paso bajo un túnel a 36 km/h a lo largo de 715 metros de longitud. Los más pequeños de la casa podrán disfrutar con amplias zonas dedicadas a ellos como ‘El pueblo de los Lutins’, con diferentes juegos, actividades e instalaciones repletas de diversión. El apartado gastronómico incluye restaurantes para todos los gustos, desde comida de montaña, hasta espacios con estrella Michelin sin olvidar las míticas fondues. Las experiencias únicas son otro de los puntos fuertes de esta estación, como la de ‘El Gran Norte’, que consiste en adentrarse en el iglú que se crea cada año en el valle de Leutaz –que parece un pequeño Canadá– para disfrutar del ‘aperigloo’ compuesto de productos locales.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-09-25 17:39:42
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