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Antonio Blanco: «Mi padre pasa de jubilarse. Es feliz con su tractor, cuidando sus olivos y recogiendo aceitunas»



Llegó con 13 años a La Fábrica y creció clavando sus ojos en Xabi y Kroos. En 2017, The Guardian lo incluyó en la lista de los 60 mejores jóvenes talentos mundiales junto a Vinicius, Davies, Sancho o Haaland. Casemiro fue su cicerone en el primer equipo, con el que debutó el 18 de abril de 2021, fecha que tiene tatuada, en un partido contra el Cádiz. Antonio Blanco (Montalbán, 23 de julio de 2000) es desde hace año y medio jugador del Alavés (el 50% de los derechos los mantiene el Madrid). En Vitoria ha encontrado el sitio perfecto para mostrar su talento. Hoy visita el Bernabéu. —¿Cómo era su vida en Montalbán? —Mi vida era la calle. Estar con los amigos y con mi hermano para arriba y para abajo, con el balón, la bicicleta, ir a la casa de mi abuela… Fue una etapa muy bonita. La vida de pueblo me gusta mucho. En Montalbán somos gente de campo y como nos hemos criado allí no se cría uno en una ciudad. Es una infancia más pura. Hoy en día, con tanta tecnología, los niños ya no juegan en las plazas, ni con los amigos, ni con el balón… —¿Su padre sigue siendo vendedor ambulante de hortalizas y legumbres? —Sí. Mi madre y yo llevamos varios años diciéndole que se jubile, pero como si se lo digo a la pared. Eso es lo que he mamado en casa. Nada es fácil y todo cuesta trabajo. Mire, mi padre se sigue levantando a las seis de la mañana, va a casa a comer a las dos, termina y se vuelve a ir. Eso de lunes a viernes. Y los fines de semana se va al campo, con su tractor, sus olivos y a recoger aceitunas. Es muy feliz así. —Y no lo hace por necesidad… —No. Mi padre tiene la vida solucionada. Su casa pagada, su coche pagado y sus dos hijos con trabajo, pero para él disfrutar la vida es trabajar y estar en el campo. En casa se aburriría. Piensa que empezó con 13-14 años, con mi abuelo, y ahí sigue con 55, siguiendo el legado de su padre, que ya falleció. Él quiere hacer lo que hacía mi abuelo y le da igual lo que le digamos. Es muy trabajador, y en el campo se siente querido y se olvida de todo. —¿Le da consejos sobre qué hacer con su dinero? —Sí. Me dice que no lo malgaste, que me organice bien y que lo invierta. Y tiene razón. Los futbolistas ganamos ‘x’ dinero durante diez-doce años y entonces ese ‘x’ dinero deja de entrar. Si no has sabido cuidarlo, malo. —En 2013 llegó a la cantera del Madrid. De los 5.000 habitantes de Montalbán a los 5 millones de la capital. —Sí. El primer año fue duro, bastante duro. Lloré mucho, porque al final sales de un pueblo muy pequeño donde te pasas todo el día en la calle y llegas a la ciudad más grande de España a vivir en una residencia, y de ahí al colegio y al entrenamiento. Así un día tras otro. Fue un cambio muy radical, pero lo volvería a hacer. Me hizo madurar mucho, conocer gente nueva y el Madrid te forma muy bien. No me arrepiento. —Ahí dentro lo que se vive no es lo habitual. Ni mucho menos. —Así es. Lo que se vive dentro del Madrid no es la realidad del fútbol. La realidad es lo que hay fuera y en el Madrid se vive en una burbuja. Te pongo un ejemplo. Mi primer día de entrenamiento llegué con mi toalla, mis calzoncillos y mis calcetines y cuando entré al vestuario tenía todo eso ya doblado y preparado. Parece una tontería, pero son cosas que no hay en otro club. Tu ropa de entrenamiento te la llevas a casa a lavarla y en el Madrid te la lavan y al día siguiente tienes otra nueva. Hay que ser consciente que la realidad no es esa. —Esa burbuja llega a confundir a algunos canteranos. ¿A usted le pasó? —Creo que no porque yo sé perfectamente de dónde venía, pero es cierto que con los años te acostumbras a lo que vives día a día y cuando sales del Madrid te puedes dar una hostia de realidad porque lo que allí sucede no es la verdad. Cuando tienes 13 años ningún club te lava la ropa. —En eso Raúl es un maestro. —A Raúl le tengo un aprecio enorme. Cuando subí al filial él justo subió allí de entrenador y compartimos cuatro años muy buenos. Desde la primera temporada nos prohibió neceseres de marca, los cascos solo nos los podíamos poner dentro del autobús, todos teníamos que usar las mismas mochilas y zapatillas, porque hasta entonces cada uno llevaba la suya… Él sabía mejor que nadie la realidad de Segunda B y de Tercera, y no es la de la cantera del Madrid. Hay que saber dónde estás, dar ejemplo, comportarte bien, respetar al rival y ser jugador del Madrid 24 horas al día y siete días a la semana. —Hay jugadores que prefieren ser suplente de suplentes en el Madrid antes que titulares en otro equipo. Usted no es de ellos y por eso se fue en el verano de 2022. —Cuando empezamos de niños a todos nos gusta jugar. Y en mi caso nunca ha cambiado. Yo quería jugar al fútbol. Así que no me importó irme cedido al Cádiz y, como no salió bien la cesión, después de cinco meses allí no me importó tampoco jugar en el Alavés. No considero que diera un paso atrás por irme del Madrid ni por pasar de jugar de Primera a Segunda. Al contrario, fueron dos pasos hacia adelante. La mala experiencia del Cádiz me enseñó que el fútbol no es de color rosa y en el Alavés logramos subir, jugar un año en Primera muy bueno y, de momento, esta temporada hemos empezado por el mismo camino. Soy muy feliz aquí, la ciudad es encantadora, la gente me transmite mucho cariño y el vestuario es muy sano. —¿Cómo es Luis García Plaza? —Maneja muy bien al equipo, es cercano y transmite energía, pasión y competitividad en el día a día. Y eso es lo que se refleja en el campo. Somos un equipo en el que, juguemos mejor o peor, jamás falta el compromiso. —El año pasado, la permanencia estuvo barata, con Almería y Granada desahuciados desde muy pronto. No tiene pinta de que vaya a ser así esta temporada, pero de momento ahí están ustedes en puestos europeos. —Lo que se ha hecho en el pasado no vale. Nos centramos en el hoy, y estamos viendo que todos los partidos son complicados. Cualquiera puede ganar a cualquiera. Hay mucha igualdad, sobre todo los que peleamos por la permanencia, pero creo que puede ser un año bonito. —Hoy el Bernabéu. —Volver al Bernabéu siempre es especial. He pasado muchos años en el Madrid y es el club que me ha hecho llegar a Primera.



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Author : (abc)

Publish date : 2024-09-24 04:21:34

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