El Molino de Barcelona , histórico templo de la Barcelona canalla y paraíso del destape en el Paralelo, vuelve a la vida convertido en sala de conciertos, espacio gastronómico y nuevo hogar de lo que el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha presentado como «músicas minoritarias». A saber: jazz, canción de autor, rumba y flamenco, géneros que, según ha apuntado el concejal de Cultura del Ayuntamiento, Xavier Marcé, tienen serias dificultades para poder desarrollar programaciones estables en unos locales privados sometidos a las leyes del mercado y la especulación. «Queremos convertir El Molino en el gran club de las músicas minoritarias de Barcelona, un espacio de prestigio en el que la música y los espectáculos convivan con la mejor gastronomía y un excelente servicio«, ha resumido durante la presentación nuevo director del espacio, el gestor cultural y músico (búsquenlo en los Ryders Of The Canyon de Joana Serrat) Victor Partido. El Molino 2024 echará a rodar el próximo 27 de octubre con una programación con pesos pesados del jazz como el saxofonista estadounidense Donald Harrison, la pianista brasileña Eliane Elias, el cuarteto del percusionista de Chicago Kahil ‘El Zabar o el legendario guitarrista Bill Frisell. «Son artistas que hemos podido ver en el Palau de la Música y que ahora veremos en un espacio con un aforo de 250 personas», ha destacado Jordi Herreruela, director del festival Cruïlla y responsable de Barcelona Events Musicals, empresa encargada de gestionar la nueva vida del local, de propiedad municipal desde 2021, cuando la entonces alcaldesa Ada Colau oficializó su compra por 6,2 millones de euros. Según Herreruela, el modelo a seguir son clubes emblemáticos como el Blue Note de Nueva York o en el Ronnie Scott’s de Londres; un espacio con sofás, mesas y sillas en el que música, comida y bebida compartan protagonismo. El local abrirá de miércoles a domingo y ofrecerá tres pases por noche. Junto al jazz, por el momento eje central de la programación, el nuevo Molino quiere ser también refugio de la vanguardia musical, el avant-rock, y el flamenco. Ahí están, por ejemplo, el folk electrónico de raíces murcianas de Maestro Espada y la heterodoxia flamenca de los Cantes Malditos de Pedro de Dios y Antonio Fernández compartiendo programa con el guitarrista cubano Eliades Ochoa, la diva maliense Fatomauta Diawara y la cantante alemano-nigeriana Ayo. En el nuevo Molino, reflotado tras una década en blanco y un intento de relanzamiento en 2010 que salió regular, no habrá revista ni opereta, pero sí que se programará comedia con humoristas y monologuistas. También se estrecharán lazos con festivales, entidades y organizaciones que, como Barnasants, el Conservatorio del Liceu, la ESMUC, Associació d’ Autors de Rumba Catalana, El Dorado -Sociedad Flamenca Barcelonesa y Paral·lel 62, entre otras, participarán de una manera u otra en el proyecto. Collboni, por su parte, ha querido destacar que la reapertura de El Molino es una pieza clave en la política de revitalización del Paralelo. En este sentido, el alcalde de Barcelona ha aprovechado para anunciar que a principios del año que viene comenzará la rehabilitación del Teatro Arnau, equipamiento de pasado estelar que lleva cerrado desde 2004.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-09-16 13:39:46
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El Molino, de templo de la Barcelona canalla a nuevo hogar de las «música minoritarias»
