Paco vive. No exactamente en las manos de algunos de los guitarristas inaugurales. Pero vive. Porque su música sigue siendo inalcanzable para casi todos, sigue sonando nueva en los espacios del futuro, continúa siendo revolucionaria. Me quedo con David de Arahal . Ahí hay madera. Todos los demás de la nueva generación tienen muchas cosas buenas, como el compás de Diego del Morao , que baila en la silla, el conocimiento de Antonio Sánchez o la hondura melódica de J osé del Tomate . Pero hay falsetas de Algeciras que suenan por encima en obras maestras como ‘Ziryab’ o ‘Almoraima’. Y luego están Tomatito , Aurora, Farruquito y Poveda . Ahí no hay discusión. La pieza tomatera con recuerdo a ‘Entre dos aguas’ es de las que se quedan. Porque José no busca a Paco, convive con él. Por eso la inauguración de la Bienal ha sido una constelación Luzía en la que algunas estrellas han brillado más que otras, pero que en conjunto funciona. Y da luz eterna al genio. Yo me voy para Arahal a ver si allí consigo pasar el duelo de su ausencia.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-09-13 00:10:37
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Constelación Luzía
