El debate sobre la excesiva longitud del cortejo del Corpus Christi se rescata cada año como un bucle. Este jueves cobró aún más fuerza el comentario generalizado porque este año ha habido más participación que nunca dentro de la procesión. No se recuerda en la historia reciente mayor cantidad de representaciones, que ya de por sí son amplias desde hace décadas. Este año, quizá por el hecho de que la lluvia haya arrebatado más del 60% de la Semana Santa, ha hecho que se incremente aún más si cabe el número de personas que acuden con sus hermandades. Datos que lo confirman: San Benito llevó casi 140 cirios; los Gitanos , cuyo cortejo ocupaba toda la calle Villegas, iba con más de 170 personas; o la representación de Jesús Despojado , que superaba el espacio entre las dos portadas de la plaza de San Francisco. Quienes defienden la alta participación de representaciones en la procesión argumentan que el sentido verdadero de la solemnidad vivida en la calle es acompañar dando luz al Santísimo Sacramento, más que observarlo desde el exterior. Cierto es que en las primeras horas hay más afluencia dentro del cortejo que fuera de él y, conforme va entrando en la Catedral es cuando se llenan las calles con el mismo público que ha participado previamente. Pero también es una realidad que gran parte de quienes cada año acuden a ver la procesión se lamentan de que se llega a hacer tedioso el paso del cortejo, y hay voces cada vez más extendidas que plantean que, si no se limitan las representaciones de las hermandades, al menos se incluya un mayor número de pasos con otros santos relacionados con Sevilla o incluso más bandas de música . Lo único en lo que la ciudad se pone de acuerdo es que esta fiesta mayor de Sevilla está más viva que nunca, que la solemnidad que envuelve a la procesión es sobrecogedora, que el público asistente es mucho más respetuoso que en el resto, que la ciudad se engalana más que nunca con altares, balcones, escaparates, colgaduras y con el olor a romero; y que, sobre todo, al paso, de la Custodia, la calle está repleta y la mayoría de quienes la contemplan hacen la correspondiente genuflexión. La organización de la procesión le tiene tomada la medida pese a la dificultad de no poder conocer con antelación el número de participantes. La Custodia de Arfe salió unos 20 minutos más tarde de lo que estaba previsto por el alto número de representaciones pero llegó a su hora en punto a la puerta de los Palos. Ni uno más ni uno menos. Y todo lo que rodea al cortejo es esplendor y buen gusto. La novedad de los ministriles en el Ayuntamiento, la coral situada en la escalera de la colegiata del Salvador entonando cantos litúrgicos como el ‘Gustad y ved qué bueno es el Señor’. O los voluntarios de San Juan de Dios acompañando a los ancianos de la residencia en sus sillas, formando un corralito junto al espectacular altar de la hermandad de las Siete Palabras , que se hizo con el primer premio de Fiestas Mayores en su categoría. Calor y bullas La ciudad cuida con mimo cada detalle, y ni el calor rebaja la solemnidad de la procesión. Llegó a ser insufrible. Si bien en las primeras horas del itinerario las temperaturas eran más que agradables, conforme salió la Santa Espina de la Catedral minutos antes de las 10.50 horas, comenzó a apretar este sol que pregona el verano y que convierte en una competición los huecos de la sombra. En el Salvador, bajo el inmenso paraguas que forma la vela que recubre el centro de la plaza, prácticamente no se cabía desde que pasó la imagen de Santa Ángela de la Cruz, que es la que abre el cortejo. Esto da fe de que hay un numeroso público que acude a ver la procesión, tenga o no sillas, sin salir en el cortejo. Pero, tanto en la bocacalle de Sagasta como en la de Entrecárceles no había ni un alma. El metro cuadrado de sombra este año estuvo más cotizado que nunca, como el de los soportales de la calle Alemanes y bajo las copas de los naranjos, desde donde prácticamente no se veía nada, hasta las gradas vacías de la Catedral. El calor que ya se avecinaba en los días anteriores hizo que el Cabildo Catedral prescindiera de las magnolias para exornar la Custodia, porque es una flor que no aguanta las altas temperaturas. Cuando el Santísimo llegó a la plaza Virgen de los Reyes, estar al sol con chaqueta y corbata era comprar papeletas para un lipotimia. Hubo quien bromeó más de la cuenta en Argote de Molina con la capa de terciopelo con ribetes bordados del Rey San Fernando, en el día de su festividad. Alguien desde el público apeló directamente a los priostes: «¿No había una más fresquita, miarma?». Y remató con un comentario algo irreverente pero que causó la risa de los que se encontraban alrededor sobre la ‘futura’ incorrupción de su cuerpo. Fue precisamente en el entorno de Argote de Molina donde se formaron las mayores bullas, una vez fue avanzando la procesión y se fue llenando la calle de los propios asistentes del cortejo. El Corpus, a pie parado, sin sillas y al sol no es sostenible y provoca que haya grandes movimientos de público. La principal vía de evacuación de esta zona era la calle Álvarez Quintero , ya que es imposible remontar por Francos por las sillas que están allí ubicadas. Sin embargo, los veladores que allí están situados dejaban apenas dos metros de anchura, lo que formó un tapón constante, sobre todo al paso de la Custodia y del Señor de la Cena. Fueron precisamente los hermanos de esta hermandad los que más sufrieron el calor, aguantaron hasta 38 grados en su regreso a la iglesia de Los Terceros, que se hicieron insoportables cuando alcanzó la Cuesta del Rosario y la calle Sol, cuya nomenclatura le va como anillo al dedo en el día del Corpus. La bellísima estampa de la imagen de Sebastián Santos sobre el paso del Cristo de la Humildad y Paciencia y el sol haciendo refulgir el copón que porta en su mano ayuda a entender el horario de regreso del Señor, que lo hace justo en las horas centrales del día. Porque todo en el Corpus tiene un porqué, hasta los excesos de las representaciones, que confirman que la que fue en su día la fiesta más grande de Sevilla no sólo no está en decadencia sino que, en la reafirmación del canon de la ciudad, goza de la mayor brillantez en sus cinco siglos de historia.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-05-30 15:04:14
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Sevilla celebra el Corpus más participado de su historia reciente
