ABC.es

La omega antes que la alfa, musicalmente hablando

La omega antes que la alfa, musicalmente hablando



GRAN SELECCIÓN ‘Conciertos de Brandenburgo’ Programa: Conciertos de Brandenburgo de J.S. Bach Intérpretes: Orchestra Barocca Zefiro.  Elisa Citterio (violín solista). Oboísta y director musical: Alfredo Bernardini. Lugar: Teatro de la Maestranza. Fecha: 04/05/2024 4 Era un concierto muy esperado por todo: una orquesta barroca completa, de calidad singular, avalada por una figura icónica del mundo barroco como Alfredo Bernardini , un oboísta y director que nos lleva acompañando desde hace muchos años con la Orquesta Barroca de Sevilla. Y lo que no esperábamos es que hiciese un recorrido por los conocidísimos ‘ Conciertos de Brandenburgo ‘ de una forma tan didáctica que debería grabar en video para que profesores y aficionados disfrutásemos viendo la rica y diversa disposición instrumental que atesoran, ya que confluyen en ellos prácticamente todos los instrumentos de una orquesta barroca. Como tantas veces, vivimos una primera parte de desaciertos encadenados , fundamentalmente porque una buena parte del protagonismo recaía sobre la cuerda media-alta, sin duda la más débil del conjunto. Tras el descanso nuevos fueron los protagonistas y la cosa mejoró sensiblemente, también debido a que Bernardini se encargó de dirigir. Los amigos de la OBS dirán -y lo hemos anticipado más arriba- que a nuestra Barroca el maestro la dirige mientras toca el oboe; pero es que la cuerda de nuestra orquesta es extraordinaria , y eso que sus miembros fluctúan con frecuencia -excepto los grandes pilares ‘sevillanos’ (aquellos que siempre participan)- y todos con un enorme grado de implicación, imprescindible para seguir participando. Y aquí no. Reconocemos que Elisa Citterio es una gran violinista, no sólo técnicamente, sino musicalmente; pero tiene dos defectos, en nuestra opinión: no es consciente de sus limitaciones (elige tiempos rápidos y si no puede con ellos, emborrona las notas pensando que no se va a notar si las arrastra en vez de hacer arpegios; o bien termina consiguiendo que el instrumento le pite). Y por otro lado, el postureo continuo que mantiene la lleva a venirse a arriba y en momentos como el tercer tiempo del ‘ Concierto nº 1 ‘ se inventa un ‘staccato’ que en realidad es una tunda al instrumento, y el arco rebota, pita, ella se aturrulla… No haremos más comparaciones: las trompas naturales tampoco estuvieron a la altura. Son difíciles de tocar, pero las hemos oído en esta misma obra bastante más afinadas y coordinadas. En este inicio nos quedamos sobre todo con el oboe de Bernardini, especialmente en el ‘Adagio’ y con el fagot de Alberto Grazzi. Bernadini no sólo fue haciendo preparar el escenario de cada uno de los conciertos sólo para los músicos que iban a tocar en él -lo cual lleva un rato de quitar, poner o desplazar asientos o el clave mismo- mientras él en perfecto español iba comentando el sentido de estos cambios, la necesidad de recurrir a los distintos instrumentos, pero se podían ver exactamente qué músicos participaban : lo normal es que se presente la orquesta completa y toquen los que requiere Bach en ese momento, pero no se suele llegar a ver todos los que son o al menos no de una manera tan patente. Como decimos, una maravilla. GUILLERMO MENDO Seguía el ‘ Concierto nº 6 ‘, adelantado al segundo lugar para que contrastase su carácter camerístico con el más orquestal del nº 1: vimos ‘enfrentadas’ dos violas ‘da braccio’ como solistas, dos violas ‘da gamba’, violonchelo, violone y clave. Sin duda fue el momento más patético del concierto : como en una audición de conservatorio (sólo faltaban los familiares animando y aplaudiendo a los ‘alumnos’), las dos violistas desenrollaron una interminable perorata musical sin musicalidad alguna, sin alma, ni siquiera un sonido donde escondernos de semejante momento. Es más, Danka Nikolic , además de un sonido poco agraciado, tocó permanentemente con una cuerda desafinada, y en ninguno de los tres movimientos le dio por afinar (ni siquiera al principio, aunque fuera por la costumbre). Por cierto, digamos en este punto que participaron miembros de la OBS , como la chelista Mercedes Ruiz y el contrabajista Ventura Rico , y también la violagambista Johanna Rose de la Accademia del Piacere . Ruiz se mantuvo muy discreta en su papel de ‘continuo’; sin embargo, próximo el final, Bach le asigna 10 compases con unas vertiginosas semicorcheas y, como en una carrera llegando a la meta, arrancó un corredor de atrás y ganó sobradamente (sin ser esa su intención, que no fue otra que seguir a Bach. Así, con ese vigor que la caracteriza, hizo que el concierto por lo menos no terminara disolviéndose en la nada. El ‘ Concierto nº 4’ convocó de nuevo a Citterio , que empezó bastante bien, pero pronto empezó a pitarle el violín e incluso los arpegios finales parecían más que tocados, sólo ‘tarareados’. Aquí las protagonistas fueron las flautas , que estuvieron francamente bien, y terminaron dialogando con la cuerda; y para entonces las violas -al menos la de Nikolic- seguían sin afinar; pero ahora los chelos eran dos, y desde allí insuflaron vigor y nervio a la irregular sección de la cuerda media-alta. Nos fuimos al descanso con el convencimiento de que todo estaba perdido, que se había convocado a Bach, pero sin esperanzas de que apareciera. Pero ocurrió el milagro y todo cambió. En el ‘ Concierto nº 5’ , entre la cuerda, no habíamos reparado en una mujer de pelo rojizo (!), ahogada entre la mediocridad de su sección; sin embargo, es una líder nata, con una capacidad expresiva contagiosa (Rossella Croce), que compartió protagonismo con un también exquisito y comunicador flautista, Marcello Gatti . Tal vez al principio pensamos que Gatti era demasiado suave, pero luego vimos que posee un rango dinámico enorme para explicitar fraseos que no tardaron en conectar con la violinista. A los bachianos ya no nos sorprende la injerencia de la que es seguramente -como recordaba Bernardini- la primera ‘ cadenza ‘ para teclado de la historia, y además muy extensa y de gran dificultad; pues bien, la interpretación de Anna Fontana la sublimó y seguro que los espectadores hubiésemos agradecido que el concierto terminara ahí, para ofrecerle un aplauso como el que le dimos cuando más tarde finalizó. Pero no quedaba ahí la cosa: el ‘ Affettuoso ‘ que sigue es en realidad un trío camerístico que elevó de nuevo el listón a lo muy inalcanzable, por la enjundia de sus intérpretes, que volvían a repetir su acierto. La violista Nikolic los escuchaba cabizbaja y en silencio, seguramente compungida por haber ofendido el nombre de Bach. Por último, el ‘ Concierto nº 3 ‘ posee tres secciones de tres músicos cada una y el hecho de volver a ver la disposición de manera física, clara y sonora nos volvió a iluminar. En el final, el ‘ Concierto nº 2’ ya participaba de la mayoría de los instrumentos, incluyendo una trompeta barroca de ejecución dificilísima y que sin embargo Gabriele Cassone hizo una interpretación de lo mejor que puede llegar a conseguirse en directo. Así que la última parte se adelantó a la mustia primera , e incluso en el caso del ‘ Concierto nº 6’ logró que desapareciera de nuestra memoria , para dejar paso al nº 2 que finalmente llenó de luz y brillo barrocos la propuesta de Bernardini .



Source link : https://www.abc.es/queplan/sevilla/conciertos/omega-alfa-musicalmente-hablando-20240505031603-nts.html

Author : (abc)

Publish date : 2024-05-05 03:16:04

Copyright for syndicated content belongs to the linked Source.

Tags : ABC.es

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .... . . 9 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .