ABC.es

Destronado, pero con gran vigor sexual: la oscura vida de Fernando el Católico tras la muerte de Isabel

Destronado, pero con gran vigor sexual: la oscura vida de Fernando el Católico tras la muerte de Isabel



Tres décadas se extendió su reinado, pero hasta lo idílico tiene un punto y final. El 26 de noviembre de 1504, Isabel I abandonó este mundo en Medina del Campo. Lo hizo aquejada de un cáncer de útero, a las 53 primaveras y dejando tras de sí a un esposo que comenzó una nueva etapa; la definitiva y más controvertida de su vida. Durante algo más de una década, hasta 1516, don Fernando el Católico vivió su particular odisea: fue apartado del trono, se ganó el odio de la nobleza local… Y, según explica a ABC el historiador cordobés José Calvo Poyato , mostró su peor cara en lo personal. Sabe de lo que habla, pues acaba de publicar ‘ Rey regente ‘ (Harper Collins), una novela en la que recorre esta desconocida etapa de nuestro pasado. –¿Cómo recibió Fernando la muerte de Isabel? Hubo de afectarle, pero debía estar preparado. La muerte de Isabel, en Medina del Campo el 26 de noviembre de 1504, no fue algo repentino, sino la consecuencia de una larga enfermedad. Era algo esperado. La muerte no lo sumió en una depresión, como le ocurrirá, años después, a su nieto Carlos I con la muerte de la emperatriz Isabel. Dispuso que el cadáver de la reina fuera inmediatamente trasladado a Granada, como era el deseo de Isabel, pese a que viajar en aquella época del año resultaba complicado. Al día siguiente convocó Cortes en Toro, que se celebrarían en enero de 1505 y, entre otras cosas, para dar a conocer el testamento de Isabel, que lo nombraba regente de Castilla. –¿Cómo fue, y cómo terminó, el conflicto que se generó entre Fernando y Felipe tras la muerte de Isabel? Felipe de Habsburgo era ambicioso. Aunque la reina de Castilla era su esposa Juana y, en caso de ausencia o de que no pudiera gobernar, el regente había de ser Fernando el Católico , logró, con el apoyo de una buena parte de la nobleza castellana, que en la llamada concordia de Villafáfila –junio de 1506– tuviera que abandonar Castilla y retirarse a Aragón. Aquel encuentro estuvo lleno de tensiones y Felipe acudió con un verdadero ejército, algo que no hizo su suegro, como si fuera a librar un combate. En septiembre Felipe murió inesperadamente «al tomar un vaso de agua fría después de jugar a la pelota». Fernando asumía al año siguiente la regencia de Castilla por segunda vez. Noticia Relacionada estandar Si El secreto español para forjar los mejores barcos Manuel P. Villatoro Rafael Torres y Jordi Bru publican un concienzudo análisis sobre la revolución de la Armada española en el siglo XVIII que incluye 28 fotocomposiciones históricas –¿Hubo posibilidades reales de que la corona de Aragón se separase de la de Castilla durante esta etapa? La posibilidad existió realmente, aunque no se materializó. En las capitulaciones matrimoniales que se firmaron en el casamiento de Fernando con Germana de Foix (1505) se contemplaba que, si de aquel matrimonio nacía un varón, sería rey de Aragón. Efectivamente, Germana dio a luz un niño. Murió a las pocas horas de nacer. Si hubiera sobrevivido habría, según esas capitulaciones matrimoniales, sido rey de Aragón, mientras que en Castilla hubiera reinado Carlos I, como heredero de Juana. –¿Y cómo regresó al trono?, ¿fue algo consensuado, o lo hizo por las bravas? Tras la muerte de Felipe el Hermoso, el cardenal Cisneros escribió a Fernando, que se encontraba en Nápoles, comunicándole el fallecimiento de su yerno y pidiéndole que regresase a Castilla para asumir de nuevo la regencia; consideraba que Juana no estaba en condiciones de asumir la gobernación del reino. La nobleza castellana no lo deseaba porque Fernando e Isabel les habían privado de buena parte del poder político que habían ejercido en otro tiempo. El deseo de muchos de ellos era volver a las banderías de la época de Enrique IV. Cisneros sólo hizo dar cumplimiento al testamento de Isabel la Católica. –¿Cargó contra Gonzalo Fernández de Córdoba, su antiguo paladín, por interés personal? Fernando el Católico, cuya capacidad política nadie discute –incluso su controvertido matrimonio con Germana de Foix tiene una explicación política–, no era generoso ni destacó por su agradecimiento a quienes le sirvieron con lealtad. Su comportamiento con el Gran Capitán fue de una cicatería y desagradecimiento absoluto. Para sacarlo del virreinato de Nápoles le prometió ser maestre de la Orden de Santiago, nunca lo cumplió. Lo envió de alcaide a Loja para apartarlo de la corte. Rey regente Editorial Harper Collins –¿Cómo actuó durante su segunda regencia? Fernando no había olvidado el papel que la nobleza había jugado a la hora de encumbrar a Felipe el Hermoso y obligarlo a abandonar Castilla. Regresó dispuesto a ajustar cuentas, pero su gran objetivo era fortalecer el poder de la Corona y ello lo llevaría, con la habilidad política de que hizo gala a lo largo de su vida, a negociar y perdonar cuando cumplía a sus intereses. En el debe se encuentra su comportamiento con el Gran Capitán o el que tuvo con su hija Juana–—la reina en cuyo nombre ejercía la regencia–, a la que encerró en Tordesillas sin muchas contemplaciones. –¿Fue la forja de un litoral cristiano en el norte de África el gran sueño frustrado de Fernando el Católico? La piratería berberisca era uno de los problemas más graves de aquel tiempo para las poblaciones ribereñas del Mediterráneo. Controlar el norte de África fue uno de los objetivos de los Reyes Católicos y, tras la muerte de Isabel, uno de los de Fernando. Contó con el decidido apoyo del Cardenal Cisneros que impulsó y patrocinó alguna de las expediciones, como fue en el caso de la conquista de Orán, a la que están dedicados los frescos de la capilla mozárabe de la catedral de Toledo. Eso permitió controlar una parte importante de aquella costa al ocuparse Melilla, Mazalquivir, Orán, Trípoli, Bugía, Túnez… pero no acaba con las incursiones de los piratas berberiscos que contaban con el apoyo de los otomanos. –¿Fue Cisneros su gran aliado durante esta última etapa, o un enemigo más? Cisneros acumuló gran poder: era arzobispo de Toledo, Inquisidor General, cardenal de la iglesia católica –cardenalato que Fernando el Católico obtuvo del papa– fue su principal aliado en aquellos años difíciles de grandes enfrentamientos como fue el caso de Felipe de Habsburgo, de buena parte de la nobleza del reino, el intento de injerencia en los asuntos de Castilla de Maximiliano de Habsburgo o la lucha con Francia, el sempiterno enemigo. Cisneros lo llamará para que asuma por segunda vez la regencia y actuó para potenciar la autoridad de la corona frente a las veleidades nobiliarias. –¿Cómo pasó sus últimos años? Fernando el Católico fortaleció el poder de la Corona dando escarmientos ejemplarizantes a algunos de los nobles más importantes del reino como eran el marqués de Priego o el duque de Medina Sidonia. Incorporó el reino de Navarra, respetando sus fueros, a la corona de Castilla, siguió enfrentándose a los intentos franceses de penetrar en Italia y… mantuvo el vigor sexual en sus relaciones matrimoniales con Germana de Foix. –¿Por qué solemos obviar esta parte de la historia de Fernando el Católico? En mi opinión, porque se ha puesto más el foco en el tiempo en que compartió el reinado con Isabel. Digamos que, en cierto modo, la figura de Isabel lo sitúa en un segundo plano y, cuando muera la reina, los focos se apagan y parece que todo acaba. Sin embargo, Fernando continuó la obra emprendida por ambos. La política norteafricana se iniciaba en tiempos de Isabel e impulsó los viajes a América. En su tiempo Núñez de Balboa descubre el mar del Sur, luego llamado Pacífico y se redactan las leyes de Indias, llamadas de Burgos. También se mantiene el pulso con Francia por el control de buena parte de Italia. No me parece justo obviarlo.



Source link : https://www.abc.es/historia/destronado-gran-vigor-sexual-oscura-vida-fernando-20240410044218-nt.html

Author : (abc)

Publish date : 2024-04-10 04:42:18

Copyright for syndicated content belongs to the linked Source.

Tags : ABC.es

613 25 33 501580 529218 516949